1.Mueva la caja de arena al lugar correcto. Los gatos pueden dejar de usar la caja de arena después de una experiencia aterradora en el área, como un ruido fuerte o el acoso de otra mascota. También es posible que no les guste el lugar que eligió después de mover la caja de arena o mudarse a una nueva casa. Mantenga la caja de arena en un lugar tranquilo y poco transitado donde el gato pueda ver a la gente que viene. Elija una habitación con al menos dos salidas para que el gato no se sienta acorralado.
2.Juega con juguetes cerca de la caja de arena. Juega con tu gato en la misma zona que la caja de arena. Deja juguetes (pero no comida) en la habitación para que el gato pase tiempo allí y desarrolle asociaciones positivas.
3.Mantén limpia la caja de arena. Si tu gato se posa en el borde de la caja o hace sus necesidades justo al lado, es posible
que la caja esté demasiado sucia para él. Elimina los grumos y rellena con arena limpia al menos una vez al día,
preferiblemente dos veces. Enjuaga la caja de arena una vez a la semana con bicarbonato de sodio o jabón sin aroma.