Cómo elegir la caja de arena adecuada
A los gatos no les gusta quedar atrapados (o ser atrapados por un depredador) mientras están en el acto, por lo
que prefieren espacios abiertos, por lo que es mejor elegir cajas de arena descubiertas. Puede que te sorprenda, pero
a la mayoría de los gatos no les gustan las cajas de arena cubiertas y autolimpiables. Además de eso, la caja de arena
debe ser fácil de encontrar, así que no la escondas en algún lugar pensando en la máxima privacidad.
Además de eso, el tamaño de la caja debe ser aproximadamente una vez y media la longitud del gato para que sea
lo suficientemente cómoda para que la use.
La cantidad y la ubicación de las cajas de arena
La cantidad de cajas de arena que tienes en casa debe coincidir con la cantidad de gatos que tienes,
ya que a ellos no les gusta compartir su territorio. Si tu gato vivía al aire libre hasta que llegaste a casa, es
una buena idea tener más de una caja de arena en tu casa, porque probablemente esté acostumbrado a hacer
sus necesidades en más de un lugar. Esto se aplica especialmente si tienes una casa con más de un piso,
así que coloca al menos una caja de arena por piso.
La ubicación de la(s) caja(s) de arena también es importante. Intenta que sea lo más cómoda posible para
tu gato cuando la use. Colócala en su camino o junto a la puerta, para que pueda verla cuando intente salir y
no estropee tu alfombra.
Además, asegúrate de que no esté colocada cerca de sus cuencos de comida y agua o de sus lugares para dormir y
de que no esté en un espacio abarrotado y estrecho.
Entrenamiento para usar la caja de arena
Un aspecto importante a la hora de enseñar a tu gato a usar la caja de arena es empezar poco a poco. Cuando lleves
a tu gato a casa por primera vez, tenlo todo preparado e intenta mantenerlo en una sola habitación durante la primera
semana aproximadamente. Después de que coma y beba agua, llévalo a la caja de arena por si acaso. Si lo ves en medio
de un accidente o dando señales de que quiere hacer sus necesidades, llévalo a la caja de arena. Nunca lo castigues,
pero siempre elógialo por hacer lo correcto.
Por último, pero no por ello menos importante, ten paciencia. La mayoría de los gatos se acostumbran a la caja de arena
muy fácilmente, pero a veces los resultados pueden tardar más en aparecer. Tu pequeño amigo peludo acabará
aprendiendo a usar la caja de arena.